jueves, 26 de febrero de 2009

La hipoteca os declara marido y mujer

De vuelta a casa a mediodia, tenía que pasar a por mi hijo, asi que puse la radio para que me acompañara en ese escaso cuarto de hora y de paso me distrajera un poco de las preocupaciones del trabajo que no son pocas. Antes solía escuchar la radio en casa pero que desde que deje mi trabajo en ella, solo la escucho en el coche, igual es que al conocer los entresijos de un medio tan atrayente como efimero me da morriña y temo perder el norte de nuevo. La cuestion es que de momento suena una marcha nupcial, y la verdad es que me dejo un poco perpleja porque en los tiempos que corren no sabía para que podian usar mis compañeros ese tipo de música. Pronto entendi porque el titulo del sonoro reportaje era La hipoteca os declara marido y mujer.
Tengo que reconocer que fueron astutos en su forma de presentarlo, puesto que en la radio un medio que se caracteriza por la inmediatez, tienes que captar la atencion del oyente,unas veces con la musica otras con los encabezados, otras sorprendiendolos con el personaje invitado, la cuestion es que a mi ese rotundo titulo me atrajo y me puse a escuchar , e incluso encendi la radio nada mas llegar a casa.
Contrariamente a lo que pudiera parecer no se trata de que hayan crecido las uniones por culpa de la hipoteca que se paga religiosamente todos los meses si no que han disminuido las separaciones y divorcios, al no poder hacer frente a los gastos multiplicados que supone el mantener dos casas, pagar una hipoteca... y un largo etecera de cuestiones. Muchos fueron los abogados que dieron cuenta de como sus minutas se veian mermadas y como la crisis habia llegado a su sector en forma de lacra hipotecaria.
Pero puede que este yugo que a la mayoria nos tiene mas que ahogado sirva para que muchos matrimonios se den una segunda oportunidad, tambien los habra claro esta que con el paso de los dias se deterioraran mucho más, pero reconozco que fue simpatica la forma de presentar el reportaje, dando un toque de humor en el encabezamiento del reportaje que despues fue adquiriendo un caracter más serio conforme iban interviniendo las personas entrevistadas.
Así que ya ves la hipoteca nos limita todos los movimientos que pretendamos acometer en nuestra vida, siempre haciendo numeros, y eso que nos creiamos libres, tremenda utopía esta de la libertad

viernes, 20 de febrero de 2009

El sorprendente romance de Don Carnal y Doña Cuaresma




Es don Carnal un joven de naturaleza alocada y libidinosa abocado a noches de locura y desenfreno, sin fin. Una bacanal de luz, colores, música y mucho ritmo anuncia la llegada de tan preciado mozo. Las calles se iluminan, la gente a pesar del frio las invade, risas, canticos, tumultos, que ruidoso muchacho. Es una semana intensa donde D Carnal se instala con mucho bombo, noches de poco dormir y ojeras en aquellos que no tienen la suerte de pillar vacaciones. Pero el muchacho se mueve y donde aunque sea por horas hace acto de presencia lo inunda de musica y bailes.

Doña Cuaresma es una muchacha tradicional y sensata, poco dada a excesos y locuras, una chica bien como dirian las abuelas, siempre recatada en sus actos, comedida en sus palabras. Por donde pasa no levanta grandes pasiones, más bien pasa desapercibida, su estancia es mas larga que la de D. Carnal, pero más tranquila, más reposada. Nadie la espera con ansia.

A pesar de su recato D. Cuaresma se ha fijado en el mozo que por donde pasa deja un reguero de sonidos y risas, le parece hermoso. Es un amor imposible, cuando ella llega el se acaba de ir. Y ademas como iba a fijarse en una mujer tan sobria como ella. Lleva años dandole vueltas, le gustaria conocerlo, no es tan dificil piensa, la gente se esconde debajo de mascaras, o inventa atuendos que nunca llevaria.

Decide por una vez saltarse las tradiciones, se adelantara unos dias, se escondera como todo el mundo debajo de un atuendo de colores, reirá, cantará, bailará, sera capaz de hacerlo?, sera capaz de llamar la atencion de su amado?, demasiadas preguntas se agolpan, y una sola respuesta, comprobarlo.

Cuando llega, D. Carnal ya lleva unos dias de ventaja, esta en su punto de maximo apogeo, y ella no sabe como saltarse las normas que rigidamente le han sido impuestas, pero ha acertado con el vestido, y el la mira boquiabierto, se acerca altanero, sabedor de su exito, destila alegria a raudales y envuelve a D. Cuaresma en su manto de desenfreno. Ella piensa atorada, nadie tiene porque reconocerme y grita, baila, rie como cualquier persona.

Pero tras dias de locura, la realidad llama a su puerta, la sensatez se impone en su vida, es hora de dejar la ficcion y volver al trabajo, a D. Carnal le quedan horas, y a ella muchos dias de añoranza, y muchas preguntas sin respuesta. El queda esperando la llegada de la muchacha que le ha robado el corazon, pero ella no llega. Desesperanzado corre en su busqueda, pero no encuentra a quien conocio, si no a una mujer encorsetada y sobria que esboza media sonrisa pero no se une a la algarabia de las calles.

D. Carnal queda desolado, y se pregunta si volvera a ver a la risueña dama que lo ha embelesado, pero sabe que es un amor en la distancia. Una distancia marcada por la rigidez de las fechas, que hace que dos personas que se quieren solo puedan compartir unas horas. Sera capaz de esperar tanto ?, solo el tiempo que ya apremia tiene la respuesta. Es hora de partir, de añorar. La algarabia de las calles va cesando, la musica se amortigua, los colores y las luces se apagan.........y un año mas D. Carnal se marcha, esta vez un poco mas triste, y con la esperanza de reencontrarla.

Doña Cuaresma ha cumplido su sueño y ya piensa en como saltarse de nuevo las normas, pero ahora le quedan por delante cuarenta dias de arduo trabajo... es hora de centrarse, las tradiciones mandan y aquellos que se divertian bulliciosamente, ahora las asumen con recato e indolencia.



sábado, 14 de febrero de 2009

El perfume de mi tierra


A su paso desprendía un suave olor a azahar, era la mujer mas hermosa que había visto jamas, tan elegante tan refinada, con esa tez tan palida y el cabello dorado, los hombres volteaban la cabeza extasiados cuando les inundaba el aroma de su piel, las mujeres la miraban envidiando esa piel casi transparente y bien cuidada.
A mi particularmente me recordaba al aroma de mi tierra, a los campos de naranjos del levante en el que naci y he vivido toda mi vida, a ese perfume que impregna los pueblos en primavera cuando la fragante flor del naranjo expele su sutil y delicado perfume envolviendo los sentidos de quienes se aventuran a pasar por su vereda.
De niña con mis padres y mis abuelos soliamos pasear por los campos, en todas la epocas del año, viendo los cambios que se producian en el arbol, muchos de ellos solo perceptibles en todo su esplendor por un alma sensible. Los naranjos de un verdor sin igual se veian salpicados de bellas flores blancas de un aroma penetrante, y como la muerte de esas preciosas perlas blancas daban vida a unos frutos redondos y verdes que con el tiempo adquiririan un anarajado chillon que vestiria los campos cuando los marrones y ocres se hacian cargo del paisaje. Como el color era arrebatado de los arboles para dejarlos de nuevo desnudos, ya no solo de frutos si no tambien de ramas y hojas, preparando la proxima floracion y cosecha...
Diriase que aquella delicada criatura que emanaba efluvios de azahar, despertaba la primavera a cada paso que ejecutaba, llenando de nostalgia a quien ve en tal sublime flor la esencia de la belleza y en tan delicado aroma la frangancia mas sutil de la naturaleza.

viernes, 13 de febrero de 2009

Escrito en las estrellas




Si algo me ha enseñado la vida, es que nada ocurre porque sí. Cada persona que se cruza en nuestro camino tiene un papel asignado, sea bueno o malo, pero nunca es irrelevante. Cada acción provoca una reacción, y de ese modo, aquel personaje que pasó por nuestras vidas con más pena que gloria cumplió con su propósito, que no era otro que el de ser intermediario entre dos personas que, de otro modo, tal vez nunca se hubieran llegado a conocer. Y aquel encuentro casual fue en cierto modo como la colisión de dos galaxias, algo grandioso y digno de admiración, pues desde entonces no sólo hemos girado una en torno a otra, sino que nos hemos complementado a la perfección como si fuéramos parte de un mismo todo, descubriendo cada día nuevos nexos de unión que lo refuerzan y embellecen.
Tal vez sea porque por nuestras venas corre la misma sangre, compuesta a partes iguales de tinta y agua de mar, o tal vez porque por alguna razón que escapa a mi entendimiento siempre he tenido una gran afinidad con la fauna exótica, y del mismo modo, los especimenes únicos se sienten a sus anchas en mi compañía, pero lo que está claro como el agua de nuestros amados mares, es que en alguna parte esto estaba escrito y nada de lo que hubiéramos hecho nos habría apartado de nuestro común destino.



He recibido este regalo por mi cumpleaños, y he querido compartirlo con todos vosotros..

martes, 3 de febrero de 2009

UNA VOZ DEL PASADO (IV)

El agua resbalaba sobre su piel, tibia, acariciando su torneada musculatura, no necesitaba mucho ejercicio para mantener un cuerpo envidiable, no conseguía descargar del todo su mente, y la ducha no estaba resultando del todo placentera, ahora se arrepentía de no haber cogido el telefono, podia ser del hospital, no recordaba que numero habia facilitado en recepcion. Se demoro más de lo aconsejado en salir, se sentía bien con el agua golpeando su magullado cuerpo, llevaba mas de veinticuatro horas sin dormir.Se imponia urgentemente un descanso, pero su mente parecia subida a un tiovivo de voces estridentes y luces de colores, giraba sin parar buscando alguna respuesta al sinfin de preguntas que se planteaba.


Se envolvio en su mullida toalla, le gustaba sentir la caricia del rizo sobre su piel humeda, se miro en el espejo que le devolvio el rostro de un desconocido, sus ojos esmeralda carecían de brillo, los parpados caidos como si el peso de las preocupaciones se hubiesen alojado en ellos, la sombra negro azulada empezaba a extenderse encima de su mejillas que habían adquirido un color amarillento. No se encontraba en su mejor momento, y el reflejo se lo venía a recordar insistentemente. El cansancio habia hecho mella en él y en esas condiciones era incapaz de hilvanar pensamientos coherentes.
Decidio tomar alguna infusion y acostarse encima de la cama, al menos tres horas, si no conseguía conciliar el sueño al menos descansaria el cuerpo. Despues, ya más tranquilo se pasaria por el hospital, no queria que Marta lo viera en aquel estado. Recordó que el telefono había sonado cuando iba a meterse en la ducha, pero tendría que esperar, el agua tibia estaba haciendo su efecto y los ojos le pesaban demasiado.


Con movimientos torpes entro en la cocina, y puso a hervir el agua, rebuscó en la caja de infusiones, le vendría bien una combinacion de manzanilla, melisa y tomillo, le ayudaria a conciliar el sueño más facilmente. El agua hirvió más rápido de lo que pensaba, la vertió en la taza y se la llevo hacia la habitacion, esperando que terminara de infusionar. Se sentó en el borde de la cama, el chandal le daba sensacion de comodidad, se tomaria el resto del día libre para tratar de atar cabos, le esperaba mucho trabajo en la morgue, pero mañana sería otro día. El liquido caliente llenó su estomago, se dio cuenta de que hacia ocho horas que no comía nada, pero tampoco le apetecía.


Apoyó la cabeza sobre la almohada, sus rizos morenos se esparcieron creando un contraste de luces y de sombras sobre las sabanas blancas, la mente se nubó y concilio el sueño con bastante rapidez, el cansancio al fin había hecho mella en él. Despertó sobresaltado al cabo de una hora, una voz insistente dentro de su cabeza repetía sin cesar, recuerdas lo que paso en El Robledo, tenía la frente sudorosa y el corazon le palpitaba con fuerza, aquello no tenia sentido, solo habia estado dos veces en ese paraje norteño, pero era la pista que le habian dejado los que manejaban en estos momentos los hilos de su existencia.


Se levantó con dificultad, sus piernas no respondian a ningun estimulo, se acercó al baño, secó el sudor de la cara y volvio a intentar dormir, quizás en algun instante recordara a que se referían, esta vez le costó un poco más conciliar el sueño, pero el cansancio terminó por vencerlo. Su mente vago hasta su infancia. Tenía diez años y sus padres lo habían obligado a ir al campamento, era un verano muy caluroso, y ellos tenían que trabajar, pero Fran sabía que eso era una excusa, hacía meses que se quedaba solo los sábados cuando ellos salían de casa bien temprano y no volvian hasta la hora de la comida y cuidaba de Magda, empezaba a sospechar que las cosas entre sus padres no iban nada bien, para tratar de arreglar sus diferencias a él lo mandaron al campamento y a su hermana tres años menor que el, a casa de los abuelos en Vigo.


El Robledo debía su nombre a una enorme extension de robles, en los que estaba ubicado el campamento y un paraje de gran belleza, estaba considerado uno de los mejores complejos de vacaciones. Contaba con unas veinte cabañas de madera, que se distribuian circularmente entorno al barracon que hacía las veces de comedor. La decoracion era bastante austera , las camas se alineaban en dos paredes cinco a cada lado, cada chico disponia de una cama, y un baul donde guardar la ropa, todo el mobiliario era multifuncional, asi que el baul hacia las veces de armario, mesita, de silla y de todo lo que se terciase, completaba la estancia un minusculo aseo compuesto de inodoro y lavabo. Las cabañas de los chicos estaba en lo que llamaban El roble grande, la parte mas frondosa del paraje y la mas alejada de las duchas, el de las chicas estaba en la zona mas descubierta, no acababa de recordar como se llamaba.


Las duchas estaban fuera del circulo formado por las habitaciones y la cocina comedor, a unos veinte metros de las cabañans de las chicas se levantaba otro minicampamento formado por las dos cabañas de los monitores, los lavaderos, y un barracon separado en dos puertas que separaba a los chicos de la chicas, en cada una de las partes se distribuia una hilera de alcachofas de hierro donde la intimidad no se conocia, eran otros tiempos, a pesar de estar dormido sonrió. No hizo demasiados amigos ese verano, era retraido y no hizo muchos esfuerzos por acercarse a los otros chicos, mientras los demas estaban jugando, el se sentaba en el porche de la cabaña a leer, o recorria los alrededores del parque observando insectos, y plantas.


Se removio en sueños y volvio a sudar profusamente, en los alrededores había un rio, tenian prohibido acercarse a él sin permiso de los monitores, iban una vez o dos por semana a bañarse, y la verdad es que despues de una hora de camino bajo un sol de justicia el agua fría se agradecia, se inquieto todavía mas, de momento se vio dentro del rio, la corriente arrastrandolo con fuerza, luchaba por acercarse a la orilla, pero cada vez se encontraba más lejos, se sentía cansado, y tenía las manos magulladas de las veces que habia intentado asirse a cualquier cosa que le parecia segura, un monitor se apercibio del peligro y se lanzó en su busca, con gran esfuerzo lo dejó en la orilla, pero la fuerza del agua lo arrastro rio abajo. Despues de dos horas de infructuosa busqueda encontraron su cuerpo, todavía respiraba pero tenía varios golpes en la cabeza, una pierna rota, y bastante agua en los pulmones.


Se despertó bañado en sudor, las lagrimas resbalaban por su rostro, había olvidado por completo ese episodio. Se referiria a ese accidente la pista. Se secó las lagrimas y miró el reloj, las cinco de la tarde, había dormido mas de lo previsto. Se metio en la ducha con la cabeza todavía abotargada, y el agua volvió a resbalar por su cuerpo limpiando su mente de pensamientos oscuros. En diez minutos ya estaba listo de nuevo para salir a la calle, pensó que todavia podía esperar un rato para acercarse al hospital, tenía que poner sobre papel las ideas que machaconamente martilleaban su cabeza, luego pondría orden con Marta a aquella maraña de ideas inconexas que le asaltaban


Revivir de nuevo el incidente de El Robledo le hizo daño, despues de aquello se aisló todavia más, sus compañeros de habitacion le rehuian, y paso los ultimos diez dias encerrado en la cabaña sin apenas ver el sol, comía a duras penas y dormia menos aún. Tres años de sicologos le habían ayudado a olvidar el rio y la fuerza con la que lo engullía, hasta el punto que se borro de su mente, pero ahora descubría que solo estaba escondido en algun lugar, esperando a asaltarlo c¡de nuevo si se producia el estimulo adecuado. La segunda vez que estuvo en el paraje fue hace unos siete años, cuando tuvo que acudir al levantamiento de un cadaver junto con el juez de instruccion, se trataba de un caso muy complejo que según sabía todavía no habia sido resuelto. Un hombre fue encontrado en extrañas circunstancias, fue dificil establecer la hora de la muerte, y que la había causado, a pesar de haber examinado el cadaver tres forenses distintos no habian sido capaces de llegar a una misma conclusion, el informe fue un caos inconexo con tres horas distintas de la muerte y dos posibles causas, no se halló ningun impacto de arma de fuego ni de arma blanca, ni señales de estrangulamiento, pero el cuerpo tenía signos de haber sido golpeado, la muerte le había sido sobrevenida de forma subrepticia.


A cual de los dos incidentes se referirian, habría algun nexo de unión entre ellos que no supo vislumbrar entonces y que lo había perseguido hasta Sevilla, hizo varios esquemas con el proposito de aclararse las ideas, quiza era hora de ir al hospital, si Marta estaba despierta entre los dos podrian sacar conclusiones. Volvio la cabeza hacia el telefono, sentia miedo de lo que podia encontrar alli, en el contestador, asi que cogio sus notas, su ordenador portatil su mp3 grabador, echo una ultima mirada a su sala de estar y cerró la puerta con llave, seguía sintiendose vigilado en su propia casa no era una sensacion agradable.
Todavía estaban en invierno pero la temperatura ya era agrable, estaban a finales de febrero, pronto llegaría la primavera. No recordaba donde había dejado el coche, recorrió la calle arriba y abajo y ni rastro de su Opel Astra gris metalizado, miró en las calles adyacentes, pero seguía sin verlo. Había dotado a su vehiculo de un sistema de localizacion vía satelite, un pequeño capricho que le había resultado caro porque nunca había tenido ocasion de probarlo. Había llegado el momento de poner en marcha el localizador. Abrió la bolsa de mano y saco un pequeño mando muy parecido a un busca pero con un monton de botones, empezo a maniobrar y en la pantalla del ordenador aparecio el coche, lejos del barrio donde vivía...
La cabeza empezó a darle vueltas, como había llegado alli el coche, era imposible que el hubiera dejado el coche a dos kilometros de distancia de su casa, y en un barrio que no frecuentaba nunca, decidio coger un taxi y acercarse al lugar donde segun el localizador encontraria su Opel, el miedo se reflejaba en sus ojos, y todo su cuerpo estaba engarratado. Era una nueva pista, habrian dejado otro regalito para que lo encontrara, pretendían volverlo loco... empezaba a estar verdaderamente preocupado por Marta. porque no había llamado al hospital antes de salir de casa.
El taxi lo dejo una manzana antes de llegar, camino el trecho que le separaba del vehiculo intentando tomar decisiones, sabía que no debia tocar el coche con las manos descubiertas porque podía comprometer pruebas pero los guantes estaban en el maletero con su equipo forense, un escalofrio le recorrio el cuerpo, su coche no había sido forzado, todo parecia intacto, se debatio entre llamar a sus compañeros o actuar según su criterio, llevaba muchos años trabajando con la policía sabia como debía actuar. Cubrio su mano con un pañuelo y abrio el maletero, saco un par de guantes de latex y se puso a inspeccionar el coche, a simple vista todo era normal, menos el lugar donde estaba estacionado.
Decidió coger el vehiculo y acercarse al hospital, consultaría con Marta que debían hacer, seguramente se llevaría un buena reprimenda, pero su mente no daba para más, aquello le estaba poniendo en una situacion limite, quien iba a creerlo si iba con una historia tan desmadejada, lo creería la persona con la que había compartido confidencias los ultimos cuatro años. Ensimismado en sus pensamientos no se fijo en el hombre que cruzaba la calle en ese momento y frenó casi rozandole las piernas, al final de trayecto mas accidentado que otra cosa llego a la recepción del hospital. Una enfermera le informó de que Marta había recibido un par de visitas, que en ese momento estaba dormida.
Fran se acercó a la habitación y encontró a la sevillana con el pelo azabache esparcido sobre las sabanas relavadas del hospital, el palido rostro creaba un fuerte contraste en ese marco de ebano lacio, tenía las manos agrietadas y un rictus se dibujaba en sus labios, se acerco a la cama y poso sus manos en las de ella, acerco una silla y se puso a trabajar sobre la mesita, de momento algo llamo su atencion debajo de su mano izquierda, asomaba la punta de un papel. Fran tiró con suavidad de el, era un hoja cuadriculada, podía proceder de cualquier bloc escolar, una escritura desmañada habia garabateado ¿Te gustan las emociones fuertes?. Hoy ha sido tu coche, mañana quizás no la encuentres a ella.