
Llenamos las maletas de ilusiones y esperanzas, aquellas que veladamente nos habia proporcionado mi rehabilitador, queria cerrar un año de dolores e intensa medicacion, el miedo me acompañaba en esta aventura, cualquier traspies y mi espalda volveria a recaer y mi mundo se volveria a ver limitado a las paredes de mi casa y durante meses anclado a una cama. Pero era fuerte, y sabia que tenia que pasar la prueba de fuego, que me llevaria a una vida normal, si ya se, ya se, entre comillas, pero era mejor que lo vivido en el ultimo año.
Ibamos a viajar a la tierra de los faraones y estaba entusiasmada a pesar de que mi rehabilitador se oponia a un viaje que para el era demasiado pesado, al final la matanza de Luxor nos convencio de la conveniencia de cambiar el destino, no hacia falta tentar a la suerte de esa forma. Nos habiamos hecho a la idea de visitar un pais arabe, y al final elegimos Tunez.
Nuestra aventura cargada de la ilusion de dos jovenes que acababan de vivir una pesadilla, comenzaba en el aeropuerto de Valencia con una guerra de cartelitos que se iba a repetir durante todo el viaje... y es que parece ser que el apellido de mi marido es tan complicado que no lo vimos nuestro bien escrito durante todo nuestro periplo de aeropuertos. Nuestros ojos miraban a los guias que carteles en mano esperaban a sus clientes... había uno especialmente desesperado, y al final dirigimos nuestra mirada hacia aquel hombre que levantaba el cartelillo y escudriñaba con su mirada el aeropuerto. Nos intercambiamos una mirada complice, y nos acercamos a el, aquel nombre imposible debia ser el nuestro se parecia en algo y en nada.
El viaje fue posiblemente el mejor de nuestras vidas a pesar del calor y de las incomodidades, largas distancias que habia que cubrir en autobus, pero que mi espalda aguanto como una campeona, mejor que mi piel el ataque de los mosquitos que parecian aviones, y mi estomago la comida demasiado especiada de aquella region. Tuve la osadia de cruzar el desierto a lomos de un dromedario, y de dar un paseo por la playa montada en rocinante... tal era la guisa del caballo que me toco en suerte.
A nuestra vuelta la esperanza con que llenabamos aquellas maletas, era una solida realidad, el futuro que me vaticinaba mi rehabilitador se deshacia como agua de borrajas, podria hacer vida normal, siempre dentro de unas limitaciones, pero como cualquier joven de 25 años podria disfrutarla sin estar atada a una cama, y es que durante aquella epoca descubri, que querer es poder...
32 comentarios:
Que bueno Carmencilla, nada como un buen viaje para que todos nuestros males se curen.
Un besote con aires del desierto
Claro que si, eres una luchadora y al final tuviste tu recompensa.
Un bonito relato con final feliz.
Yo viajé a Tunez el año pasado, y me sorprendió.
Las ruinas de Cartago y sobretodo en el museo del Barbo, me quedé maravillada.
Y ver las estrellas como brillan en el desierto, me encantó.
Un besito
Sí señor, eso es lo que debiste hacer. Echarte la vida a la espalda (prexisamente) y caminar. Felicidades por aquella decisión.
Cuando me enseñaron a mí a llevar el bastón me mandaron a que fuese a preguntar al Corte Inglés, qué precio costaba un pantalón de caballero. Para ello tenía que llegar al sitio, subir cuatro plantas de escaleras mecánicas, buscar al dependiente y que me apuntase el precio en un papel (la prueba). No fue nada fácil pero lo hice. Y desde allí hasta hoy.
Yendo siempre para adelante paloteando.
Cuídaet y feliz día.
Besos cariñosos.
Me imagino que disfrutaste mucho tu viaje, pero lo que más me gusto y tu final donde descubriste que querer es poder y no tomaste literalmente las palabras de tu rehabilitador. A veces el miedo hace que perdamos mucho, en realidad siempre.
Besos, buen finde.
Estoy de acuerdo contigo en que muchas veces querer es poder, me alegro de que tu afán de superación tuviera un final feliz y que ese viaje te hiciese más fuerte
Un beso de Mar
Evidentemente, el viaje te sirvió para entender y comprender que la fuerza de voluntad es muy importante.Tú lo has dicho:"querer es poder", sin duda el axioma lo dice todo.
Me alegra que todo haya salido bien y que al final, lo pudieses relatar de una forma muy bonita.
Un saludo
" es que durante aquella epoca descubri, que querer es poder..."
Ole que lección nos acabas de dar.
Un beso enorme y sigue siempre así, es lo mejor que tienes.
Graciosa anécdota la de los cartelitos, estupendo que aprendieras esa lección,
te envio un beso,
Juanma
En ciertos momentos, cura viajar...desaparecer de lo cotidiano, escapar y regresar con aire nuevo.
Un beso.
Que buena anécdota, todo un desafío para vos misma, saliste airosa y encima lo pasaste bomba!
Que lindo lugar debe ser Tunez, una cultura tan distinta a la mía, todo nuevo, todo sorprendente ...
Me dieron ganas de ir a pasear en camello.
un beso
UN RELATO ESPERANZADOR CARMINA¡¡¡
MUY BUEN VIAJE¡¡¡
UN BESO Y BUEN FINDE¡¡
...lo que puede la voluntad, a veces no lo pueden los "rehabilitadores"
Pero entre nosotros, Carmina, no fuiste un poco "cabezota" (jaja)
lo del dromedario y el rocinante, con la espalda "tocada" delicadillo, no?
Me alegro que saliera bien.
Un abrazo
EXTRAÑA FORMA DE REHABILITARTE,ENCIMA DE UN DROMEDARIO,OK,LO BUENO QUE HOY LO PUDISTES CONTAR,AYER A LOS 25 CAPAZ TE ACOMPAÑABA,HOY YA LO PENSARIA UN POQUITO MAS
CARIÑOS DESDE MONTEVIDEO
Y que lo digas, y el que nada quiere, nada puede. Debemos de superar todas las barreras que se nos interpongan en la vida, sea del modo que sea. He disfrutado con tu viaje a Túnez, te imagino en lo alto del dromedario ataviada a lo berebere,jejeje. :)
Un abrazo Nulera¡¡
Yo lo llamo efecto paradoja; me refiero a ese motivo inesperado, el que tiene que ver con el probarse a sì mismo que se puede si es que se ha tenido algùn percance de salud.
Pero ademàs, es que està bien definido... ¿Tùnez?
He pensado mucho en que has ido en autobùs y en lo especiado en excesivo, de lo que servìan.
Este relato, entretenido. Un saludo.
Lo que hace la ilusión, los dolores desaparecen y nos quedamos inbuidos en todo lo que nos rodea.
Muy bonito
Un abrazo
Nosotros pudimos visitar Egipto, así que me pongo en vuestro lugar y me cuesta poco entender vuestra satisfacción. Lo que más te habrá llmado la atención, aparte de la monumentalid que puedas apreciar,habrá sido la gran diferencia de costumbres y cultura.
Los viajes son maravillosos....casi todos.
No sé si querer es poder, pero si no se intenta no se consigue.
Sé que eres una tía muy fuerte. Cuídate.
Un abrazo
Me has hecho sonreír, me contagiaste esa alegría de final feliz. Fuiste valiente, muy decidida, pero el desafío valió la pena. Felicidades.
Bikiños
pues mujer!! tuviste el premio de las ilusiones cumplidas al proponerte superar ese prueba, y de una manera tan original, jjaja, porque no creo que nadie recomiende el dromedario para estos menesteres. Pero salió de lo mejor. Lo de los aeropuertos, muy divertido, sobre todo que por lo visto te lo tomaste así en su momento. Este relato te pinta de cuerpo entero: una luchadora. En tal caso, el triunfo es tuyo!!! muchos cariños.
En algo teneis razon todos aquellos que habeis apuntado la poca idoneidad de mi paseo en dromedario y a caballo y aunque no lo he contado me supuso un susto, porque mi espalda se resintio y tuve que esconderlo, la sonrisa de felicidad de mi marido bien valia, ese pequeño inconveniente. Para poder entender porque lo hice quizas deberiais saber que a los dos meses de casarme un terrible dolor de espalda que yo confundi con una simple lumbalgia me dejo en una cama, mis piernas no me sostenian, y el dolor era increible... empezo un periplo de traumatologos y casi todos llegaron a la conclusion que posiblemente terminaria en una silla de ruedas, o con muletas, eso si lograba recuperarme de lo que se me avecinaba, los musculos de mi espalda no sostenian a mi columna... mi recuperacion dependia en un 50% de mi, y el otro de la respuesta de mi cuerpo, cuando mi marido oyo aquello se derrumbo, sin embargo yo sonrei, porque pensaba aprovechar al maximo el 50% y seguro que mi cuerpo respondia...quise forzar la maquina, mi sacrificio y mis lagrimas me costaron y durante un año fui dependiente, me quise forzar y por eso me subi a aquel dromedario y al caballo, ya no lo he vuelto a hacer porque la espalda me manda avisos, pero de una vida muy limitada y sin disfrutar la juventud, puedo decir que contratodo pronostico he podido hacer una vida muy normal, y tener dos hijos, aguantar dos embarazos, y todavia mi rehabilitador cuando me ve, fuera de la consulta porque hace 10 años que no la piso, no cree que haya podido hacer todo eso...
Que osadia la tuya y que valiente. Eso solamente se hace con 25 añitos mi niña! je je. He copiado la dirección completa por si puedes pasar. Bona nit desde girona. Petonets
http://susagnadesdegirona.spaces.live.com/blog/cns!DB1298A6DB0FFE39!192.trak
carmen, un viaje, en el f0nd0 a tus p0sibilidades¡¡¡ al men0s a las p0sibilidades de la pr0ta...a ambas, simplemente, enh0rabuena.
en una 0casi0n hice un viaje a mis p0sibilidades. gane. aunque n0 he vuelt0 a luchar en 0tr0 vieje de tal cariz.
gracias.
Hola Carmina.
La verdad es que tuviste mucha suerte. Si te llega a ver tu rehabilitador en el dromedario...
Has demostrado que eres una perfecta luchadora. La fuerza de voluntad ha hecho el resto.
Cuidate mucho.
Un abrazo.
Maat
Pues sí, no hay como darle al cuerpo lo que pide, querer es poder, bien dicho.
Un beso.
Cierto, querer es poder, bonito relato, me hizo gracia lo del apellido y estar perdidos, jejeje.
Me encanta el humor del Quijote cuando dice que llamó así a su caballo porque antes debió ser un Rocín, y me hizo gracia que lo recordases tal cual...
Carmina,
ya he puesto en el margen de mi blog, lo del Sabado de Mercedes del proximo sabado, que conduce Dorotea.
Pincha en el dibujo y te sale directamente su blog.
De nada.
Un besito
Totalmente de acuerdo con esa frase que, ojalá, pudiera ser lapidaria: "querer es poder".
Dichosos los que disfrutan, porque de ellos es la felicidad.
Un beso.
!Salve! Carmencita, viajar siempre resulta una cura para los males, te lo digo por experiencia, y a Tunez...un lugar de ensueño, lo del dromedario lo caté, aún me tiemblan las piernas al estar en lo alto de aquel bicho con malas pulgas, ja, ja. Buen lugar para olvidar dolores y penas, ya lo creo, tiene de todo, romanadas, cartagineses, Bardos, playas, mezquitas, bonito de verdad.
Ahora espero que hayas superado tu bache con creces, digo como Tag, acuérdate de las estrellas y las contelaciones de una noche en el desierto. Muchos besos, !salve!
Cuanta verdad tiene eso de querer es poder, y tu los has podido comprobar en tu propia piel…Me alegra saber que has disfrutado de este bonito viaje, ahora ya no habrá quien os pare
Besos guapísima
Ojalá sea cierto que querer es poder... porque a veces, de tanto pelear, se te quitan las fuerzas hasta para querer...
Por cierto, son relatos de ficción, no?
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